Con la pandemia deswcubrimos, casi de golpe, las enormes posibilidades que nos puede ofrecer la tecnología e internet en el ámbito educativo, lo que ha propiciado que nos dirijamos hacia una definitiva transformación digital.
Poco tienen que ver las aulas de antaño con la enseñanza actual y de un futuro inmediato. La TDE será imprescindible para mejorar los programas educativos, la gestión de los centros, la impartición de las clases o la interacción de los profesores con su alumnado. Estas son algunas de las repercusiones más importantes:
- Mejorar la experiencia de aprendizaje
Si hay algo que la TDE puede aportar es la integración de herramientas digitales en el aula, lo que se traduce en un aumento de recursos para enseñar y aprender de una forma más interactiva y eficaz. Un ejemplo de ello es compartir materiales formativos, ofreciendo también la posibilidad de preparar ese material de forma colaborativa, aportando nuevos datos, archivos multimedia, etc. Tampoco hay que obviar la inserción de gadgets y dispositivos en la propia aula como tablets, que permiten a los estudiantes acceder en tiempo real a información detallada sobre cualquier temática o a gráficos interactivos, entre otros muchos recursos. Aunque hay aportaciones más novedosas como la realidad virtual y la realidad aumentada para transmitir conocimientos, o las infinitas posibilidades de dar clases on-line.
- Digitalización de los centros educativos
La TDE también contribuirá a reforzar la seguridad de los propios centros educativos y a agilizar su gestión y comunicación. Hace posible que los centros puedan hacer un seguimiento más pormenorizado tanto del equipo docente como de los propios alumnos, obteniendo un mayor control y una mejor resolución de posibles problemas. La interconectividad que propicia la digitalización está haciendo que el flujo de comunicación entre profesores, alumnado e incluso familias sea constante. Y no solo a través del correo electrónico, sino de chats, videoconferencias, aulas virtuales, etc.
En resumen, la educación siempre ha sido un el reflejo de la sociedad de su tiempo y en nuestra actual sociedad cada vez más tecnificada, pero cambiante y en crisis, el camino hacia la transformación digital es imparable. Por eso es tan importante que los centros educativos caminen hacia su propia TDE y de esta forma se adapten a los nuevos retos y necesidades sociales, a un nuevo paradigma, pero, sobre todo, a un futuro renovado en el que surgirán nuevas profesiones puramente digitales.