Visita a la exposición: «Córdoba, capital de un imperio. La visita de Felipe II en 1570»

La semana pasada nuestros alumnos de 4º de la ESO realizaron una excursión a Córdoba capital organizada por el Departamento de Geografía e Historia, con la colaboración de los Departamentos de Música y Latín y Griego, en la que visitaron la exposición «Córdoba, capital de un Imperio. La visita de Felipe II de 1570» sita en el Archivo Histórico Provincial y que, organizada por la Universidad de Córdoba y la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, conmemora los meses del año 1570 en que la corte del rey Felipe II estuvo instalada en Córdoba, desde la que dirigió las operaciones de la Guerra de las Alpujarras y preparó la batalla de Lepanto que tuvo lugar el año siguiente.

La visita a la exposición, realizada en dos grupos, fue guiada y explicada por el Asesor Técnico de Conservación e Investigación del Archivo Provincial, D. Miguel Ángel Sánchez Herrador, que con todo lujo de detalles relató a nuestros estudiantes cómo era la corte de Felipe II y la Córdoba de finales del siglo XVI, cuando España era la primera potencia mundial y en su imperio, extendido por cinco continentes, no se ponía el Sol.

Acompañaron a nuestros alumnos los profesores Dña. Inmaculada Parreño Ceballos, Dña. Sandra Ledesma y D. Manuel Chacón Rodríguez.

Antes y después de conocer la muestra, se realizó un paseo histórico-didáctico por el centro histórico de la ciudad, en la que nuestros jóvenes conocieron, con las pertinentes explicaciones de sus profesores, diversos monumentos cordobeses como la torre de la Calahorra, el puente romano, el arco de Felipe II, los exteriores de la mezquita-catedral, el templo romano de la calle Claudio Marcelo, la casa donde vivió D. Juan Valera en Córdoba, la plaza de las Tendillas o la estatua de el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba.

La exposición «Córdoba, capital de un imperio» es una obra comisariada conjuntamente por el Premio Nacional de Historia de España Antonio J. Díaz Rodríguez, por Rafael M. Girón Pascual, ambos profesores de Historia Moderna de la Universidad de Córdoba, y por Ana María Chacón Sánchez-Molina, técnico del Cuerpo Superior Facultativo en el Archivo Histórico Provial de Córdoba. Los tres comisarios forman parte además del equipo conjunto DARCO, proyecto financiado por el Gobierno de España para la digitalización de los archivos del antiguo reino de Córdoba, dirigido por el catedrático de la Universidad de Córdoba Enrique Soria Mesa. Esta simbiosis ha sido complementada por la cesión de piezas y documentación del Palacio de Viana y del Museo Arqueológico de Córdoba.

En el otoño de 1569, acontecimientos excepcionales llevaron a Felipe II a anunciar el traslado a la ciudad andaluza de toda su corte para 1570. Menos de un año antes había estallado la Guerra de las Alpujarras, con la amenaza añadida de una invasión turca en la península. La histórica posición de Córdoba como nodo privilegiado para la logística y las comunicaciones, su proximidad al frente bélico, hicieron que el rey se trasladara a vivir a ella, estableciera en ella su centro de operaciones y reuniera las Cortes de Castilla en la Catedral (antigua Mezquita), donde acudieron los procuradores, o sea, los diputados de la época, desde las diferentes ciudades convocadas. Casi de un día para otro, príncipes y embajadores europeos, damas, consejeros, funcionarios, banqueros y hombres de negocios extranjeros, el nuncio papal, cardenales y otras dignidades eclesiásticas, soldados del frente granadino y conquistadores llegados de Indias, cientos de criados, los más afamados artesanos y músicos, literatos, historiadores, sastres, cocineros, taberneras, proveedores de lujos como sedas, vinos, tintes, nieve, especias, joyas o esclavos, pícaros y buscavidas de mil y un lugares pululaban por una ciudad que hacía mucho que no conocía semejante actividad. Todos ellos han dejado un rastro de tinta en los documentos con el que ahora recuperar su memoria y descubrir el día a día de esa breve y fascinante etapa. Esa es precisamente una de las novedades que marcan la originalidad de esta exposición: el hecho de que, por primera vez, se pretende dar a conocer la realidad de los meses en que la antigua ciudad de los califas se transformó en la capital de un imperio global, partiendo de una investigación con base en los llamados protocolos notariales, unas fuentes manuscritas ausentes en estudios previos, entre otras causas por el exigente trabajo que requieren y el nivel de dificultad de su interpretación.