La huella del arquitecto Berges en Cabra

Inauguración de la plaza y del monumento a Aguilar y Eslava.
Fecha: 22 de octubre de 1933.

De izquierda a derecha: Antonio Lama y Méndez de San Julián (representante de sangre en la Fundación Aguilar y Eslava), Ángel Cruz Rueda (director del Instituto), Francisco Rojas López (alcalde de Cabra), el niño Adolfo Merino Marzo, Rafael Navarro (vicedirector y catedrático de Física y Química), José González Marín (conocido rapsoda malagueño) y Luis Berges, arquitecto y autor del monumento.

El arquitecto Luis Berges Martínez (Guadalajara, 1981-Jaén, 1939), padre del también arquitecto jiennense Luis Berges Roldán, dejó parte de su arquitectura y su creatividad en la cordobesa localidad de Cabra, más concretamente en la plaza del Instituto-Fundación Aguilar y Eslava.

A él se debe la concepción original -recuperada en 2015. de la plaza y monumento a Aguilar y Eslava, antesala del antiguo Palacio de la Condesa de Cabra que acoge el tricentenario Colegio e Instituto de Enseñanza del mismo nombre.

El proyecto que Luis Berges ideó en 1931 para la reurbanización de esta plaza apuesta por la recuperación de modelos clasicistas y barrocos que se conjugan en perfecta sintonía con la portada barroca del palacete que acoge la Institución egabrense.

Así, el monumento que centra la plaza emerge de una lámina de agua, albergando en un vano de medio punto el busto en mármol blanco de D. Luis de Aguilar y Eslava, obra del escultor egabrense Antonio Maíz Castro.

Por su parte, la plaza pavimentada en damero con losas de piedra caliza y canto rodado, acoge en sus cuatro ángulos arriates con bordillo de piedra y bancos; quedando limitada toda la superficie con una baranda entre pilarotes de piedra caliza.

El curso académico 2015-2016 en el Instituto Aguilar y Eslava tuvo como protagonista a la saga de arquitectos jienenses con apellido de origen francés, Berges.

D. Luis Berges Roldán, antiguo alumno del Instituto-Colegio de Cabra, impartió la lección inaugural con una conferencia en la que unió el recuerdo a sus años escolares, con la historia de su padre, el también célebre arquitecto Luis Berges Martínez, quien tan honda huella ha dejado en nuestra ciudad.